Jochen Kemner, Universidad de Kassel, Centro de Estudios Latinoamericanos Avanzados:
Cuando el presidente estadounidense John F. Kennedy postuló el programa de la Alianza para el Progreso en 1961, dio inicio al programa de asistencia al desarrollo más ambicioso en el ámbito interamericano durante la época de la Guerra Fría. Y al mismo tiempo, el más controvertido, ya que en la ejecución de dicho proyecto —que fue diseñado acorde a la teoría de la modernización— el interés político de frenar el avance del comunismo en el hemisferio occidental prevaleció sobre la idea de combatir desigualdades y contribuir al avance económico y social de las naciones latinoamericanas. Los decepcionantes resultados de la Alianza para el Progreso parecían confirmar, una vez más, que iniciar desde afuera programas diseñados para sostener el desarrollo económico y garanti zar el cumplimiento de los derechos humanos se habían convertido durante la posguerra fría en dos opciones opuestas, en vez de ser dos caras de la misma moneda.